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Inteligencia emocional, ¡Sana y toma el control de tu vida!




¿Qué es la inteligencia emocional o EQ?

La inteligencia emocional (también conocida como cociente emocional o EQ) es la capacidad de comprender, usar y manejar tus propias emociones de manera positiva para aliviar el estrés , comunicarte de manera efectiva, empatizar con los demás, superar desafíos y desactivar conflictos. La inteligencia emocional te ayuda a construir relaciones más sólidas, tener éxito en la escuela y el trabajo, lograr tus metas profesionales, personales y también puede ayudarte a conectar con tus sentimientos, convertir la intención en acción y tomar decisiones informadas sobre lo que más te importa. Antes de que puedas mejorar tu inteligencia emocional, comprendamos los cuatro atributos asociados con la inteligencia emocional.


  • Autogestión: Puedes controlar los sentimientos y comportamientos impulsivos, manejar tus emociones de manera saludable, tomar la iniciativa, cumplir con los compromisos y adaptarte a las circunstancias cambiantes.

  • Autoconciencia: Reconoces tus propias emociones y cómo afectan tus pensamientos y tu comportamiento. Conoce tus fortalezas y debilidades, teniéndote confianza.

  • Conciencia social: Debes ser empático, ya que puedes comprender las emociones, necesidades y preocupaciones de otras personas, captan señales emocionales y te sientes cómoda socialmente además puedes reconocer la dinámica de poder en un grupo u organización.

  • Gestión de relaciones: Sabes cómo desarrollar y mantener buenas relaciones, te comunicas con claridad, inspiras e influyes en los demás, también te destacas por trabajar bien en equipo y gestionar los conflictos.


¿Por qué es tan importante la inteligencia emocional?

Como sabemos, las personas más inteligentes no son las que tienen más éxito o las más realizadas en la vida. Probablemente conozcas personas que son académicamente brillantes, sin embargo, socialmente no tienen las mejores relaciones personales. La capacidad intelectual o tu coeficiente intelectual (CI) no es suficiente por sí solo para lograr el éxito en la vida. Sí, tu coeficiente intelectual puede ayudarte a ingresar a la universidad, no será tu este el que te ayude a manejar el estrés y las emociones al enfrentar tus exámenes finales. El IQ y EQ deben existir en conjunto y siempre serán más efectivos cuando se construyen uno al otro.


¿En qué impacta la inteligencia emocional?

Tu salud física: Si no puedes controlar tus emociones, probablemente tampoco estés controlando tu estrés. Esto puede provocar graves problemas de salud, el estrés descontrolado aumenta la presión arterial, inhibe el sistema inmunológico, aumenta el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, contribuye a la infertilidad y acelera el proceso de envejecimiento. OJO ¡El primer paso para mejorar la inteligencia emocional es aprender a manejar el estrés!🤔.

Tu desempeño en la escuela o en el trabajo: La inteligencia emocional alta puede ayudarte a navegar por las complejidades sociales del lugar de trabajo, liderar y motivar a otros para sobresalir en tu carrera. 📊De hecho, cuando se trata de evaluar candidatos importantes para el puesto, muchas empresas de ahora consideran que la inteligencia emocional es tan importante como la capacidad técnica y emplean pruebas de EQ antes de contratar.


  • Tu salud mental: Las emociones descontroladas y el estrés también pueden afectar tu salud mental, haciéndote vulnerable a la ansiedad y la depresión. Si no puedes comprender, sentirte cómoda o manejar tus emociones, también tendrás dificultades para formar relaciones sólidas, esto, a su vez, puede hacer que te sientas sola, aislada y exacerbar aún más cualquier problema de salud mental🧘‍♀️.


  • Tus relaciones: Si comprendes tus emociones y cómo controlarlas, podrá expresar mejor cómo te sientes y comprender cómo se sienten los demás. Esto te permite comunicarte de manera más eficaz y forjar relaciones más sólidas 🤝, tanto en el trabajo como en tu vida personal.

  • Tu inteligencia social: Estar en sintonía con tus emociones tiene un propósito social, te conecta con otras personas y el mundo que te rodea. La inteligencia social te permite reconocer al amigo del enemigo, medir el interés de otra persona en ti, reducir el estrés, equilibrar tu sistema nervioso a través de la comunicación social. Puedes sentirte amada y feliz🥰.


  • Construye tu inteligencia emocional: Aprende cómo puedes mejorar tu inteligencia emocional💡, construir relaciones más sólidas❣️ y lograr sus objetivos ✅.


Los cuatro atributos como habilidades clave para aumentar su EQ:

Las habilidades que componen la inteligencia emocional se pueden aprender en cualquier momento, sin embargo, es importante que recuerdes que existe una diferencia entre simplemente aprender sobre EQ y aplicar ese conocimiento a tu vida. El hecho de saber que debes hacer algo no significa que lo harás, especialmente cuando te sientas abrumada por el estrés, que puede anular tus mejores intenciones. Para cambiar permanentemente tu comportamiento, de manera que resista la presión, necesitas aprender cómo superar el estrés en el momento y en tus relaciones, para permanecer emocionalmente consciente. Descubramos juntas cómo puedes mejorar tu inteligencia emocional y las habilidades clave para desarrollar un EQ.


1. Autogestión

Para que puedas involucrar tu inteligencia emocional, debes poder usar tus emociones para tomar decisiones constructivas sobre tu comportamiento. Cuando te estresas demasiado, puedes perder el control de tus emociones y la capacidad de actuar de manera reflexiva y apropiada.

Ej: Piensa por un momento en una situación que por el estrés te haya abrumado. ¿Fue fácil pensar con claridad o tomar una decisión racional? Probablemente no. Cuando te estresas demasiado, tu capacidad para pensar con claridad y evaluar con precisión las emociones, las tuyas y las de otras personas, se ve comprometida.


Las emociones son piezas importantes de información que te hablan de ti misma y de los demás, por ende el estrés que nos saca de nuestra zona de confort nos hace sentir abrumadas y podemos perder el control de nosotras mismas. Con la capacidad de manejar el estrés y permanecer emocionalmente presente, puedes aprender a recibir información perturbadora sin dejar que anule tus pensamientos y su autocontrol. Podrás tomar decisiones que te permitan controlar los sentimientos y comportamientos impulsivos, manejar tus emociones de manera saludable, tomar la iniciativa, cumplir con los compromisos y adaptarse a las circunstancias cambiantes.


2. Autoconciencia

Manejar el estrés es solo el primer paso para mejorar la inteligencia emocional. La ciencia del apego indica que tu experiencia emocional actual es probablemente un reflejo de tu experiencia en la vida temprana. Tu capacidad para manejar sentimientos básicos como la ira, la tristeza, el miedo y la alegría depende de la calidad y consistencia de sus experiencias emocionales tempranas. Si tu cuidador principal cuando eras un bebé entendía y valoraba tus emociones, es probable que sus emociones se hayan convertido en activos valiosos en la vida adulta; pero, si tus experiencias emocionales cuando eras un bebé fueron confusas, amenazantes o dolorosas, es probable que haya tratado de distanciarse de tus emociones.


Ser capaz de conectarte con tus emociones (tener una conexión de momento a momento con tu experiencia emocional cambiante) es la clave para comprender cómo la emoción influye en tus pensamientos y acciones.

¿Experimentas sentimientos que fluyen, encontrando una emoción tras otra a medida que tus experiencias cambian de un momento a otro?

¿Tus emociones van acompañadas de sensaciones físicas que experimentas en lugares como tu estómago, garganta o pecho?

¿Experimentas sentimientos y emociones individuales, como ira, tristeza, miedo y alegría, cada uno de los cuales es evidente en expresiones faciales sutiles?

¿Puedes experimentar sentimientos intensos que sean lo suficientemente fuertes para captar tanto tu atención como la de los demás?

¿Prestas atención a tus emociones?

¿Influyen en la toma de tus decisiones?

Si alguna de estas experiencias no te resulta familiar, es posible que hayas "rechazado" o "apagado" tus emociones. Para desarrollar y mejorar la inteligencia emocional y volverse emocionalmente saludable, debes volver a conectarte con tus emociones centrales, aceptarlas y sentirte cómoda con ellas. Puedes lograr esto a través de la práctica de la atención plena.


* La atención plena: Esta es la práctica de enfocar intencionalmente tu atención en el momento presente, y sin juzgar. El cultivo de la atención plena tiene sus raíces en el budismo, pero la mayoría de las religiones incluyen algún tipo de técnica de oración o meditación similar. La atención plena ayuda a cambiar tu preocupación por un pensamiento hacia una apreciación del momento, tus sensaciones físicas y emocionales, además te brindan una perspectiva más amplia de la vida. La atención plena te calma y se enfoca en ti, haciéndote más consciente de ti misma en el proceso.


Desarrollar la conciencia emocional: Es importante que primero aprendas a manejar el estrés, para que te sientas más cómoda reconectando con emociones fuertes o desagradables y cambiando la forma en que experimentas y respondas a tus sentimientos.


3. Conciencia social

La conciencia social te permite reconocer e interpretar las señales principalmente no verbales que los demás están usando constantemente para comunicarse contigo. Estas señales te permiten saber cómo se sienten realmente los demás, cómo cambia su estado emocional de un momento a otro y qué es realmente importante para ellos.


Cuando grupos de personas envían señales no verbales similares, puede leer y comprender la dinámica de poder y las experiencias emocionales compartidas del grupo. En resumen, eres empática y socialmente cómoda. Esto es crucial para mejorar tu inteligencia emocional..


La atención plena es un aliado de la conciencia emocional y social.

Para crear conciencia social, debes reconocer la importancia de la atención plena en el proceso social. Después de todo, no puedes captar señales sutiles no verbales cuando estás en tu propia cabeza, pensando en otras cosas o simplemente distraída da en tu teléfono. La conciencia social requiere tu presencia en el momento. Si bien muchos de nosotros nos enorgullecemos de la capacidad de realizar múltiples tareas, esto significa que se perderán los cambios emocionales que tienen lugar en otras personas y que te ayudarán a comprenderlos por completo.

En realidad, es más probable que promueva tus objetivos sociales dejando de lado otros pensamientos y centrándote en la interacción en sí.

Seguir el flujo de las respuestas emocionales de otra persona es un proceso de toma y saca que requiere que también prestes atención a los cambios en tu propia experiencia emocional.

Prestar atención a los demás no disminuye tu propia conciencia. Al invertir el tiempo y esfuerzo para prestar atención a los demás, realmente te hará obtener una idea de tu propio estado emocional, así como de tus valores y creencias, por ejemplo, si te sientes incómoda al escuchar a otros expresar ciertos puntos de vista, habrás aprendido algo importante sobre ti.


4. Gestión de relaciones

Trabajar bien con los demás es un proceso que comienza con la conciencia emocional y tu capacidad para reconocer y comprender lo que otras personas están experimentando. Una vez que la conciencia emocional está en juego, puedes desarrollar efectivamente habilidades sociales y emocionales adicionales que harán que tus relaciones sean más efectivas, fructíferas y satisfactorias.


Utiliza el humor y el juego para aliviar el estrés: El humor, la risa y el juego son antídotos naturales contra el estrés, disminuyen sus cargas y te ayudan a mantener las cosas en perspectiva, la risa equilibra tu sistema nervioso, reduce el estrés, te calma, agudiza tu mente y te hace más empática.

Aprende a ver el conflicto como una oportunidad para acercarte más a los demás: Los conflictos y los desacuerdos son inevitables en las relaciones humanas. Es imposible que dos personas tengan las mismas necesidades, opiniones y expectativas en todo momento. Sin embargo, eso no tiene por qué ser algo malo, la resolución de conflictos de formas saludables y constructivas puede fortalecer la confianza entre las personas. Cuando el conflicto no se percibe como una amenaza o un castigo, fomenta la libertad, la creatividad y la seguridad en las relaciones.




Source:




https://www.helpguide.org/articles/mental-health/emotional-intelligence-eq.htm

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